top of page

Acabada “Frankenstein” de Mary Shelley, y pre Pekín (16-05-2020)



Hola a todos. El pasado 2 de mayo, terminé la lectura de “Frankenstein o el moderno Prometeo” de Mary Shelley. Es una obra que no necesita presentación y sobre la que he hablado largo y tendido en pequeñas cápsulas de comentarios a lo largo de numerosas entradas. La comencé el 6 de abril de 2019. Han sido un año y un mes de diversas impresiones, desde el asombro por la versatilidad de temas y contradicciones, empezando por la bioética, más enfocado en la voz de Víctor Frankenstein, a los viajes, a la trama amorosa, además del conflicto y la voz del monstruo. Lo más interesante de la obra es el mundo de grises que presenta. Cuando uno la termina, comprende que ni el monstruo es la encarnación del mal que Víctor Frankenstein se empeña en exponer, ni la sociedad carece de culpa en la creación. Uno de los puntos más interesantes del relato es lo que no se nos dice. En ningún momento, se nos indica que el monstruo sea invulnerable o más resistente que cualquier otro ser humano. Es gigantesco, de aspecto grotesco y bastante fuerte, pero nada nos indica que no pudiera destruirlo o contenerlo un ejército de la época. Se nos habla de múltiples crímenes, pero Jack el Destripador fue muchísimo más brutal y no digamos los genocidas de la historia. En cambio, se nos presenta a ojos del narrador como una naturaleza traicionera y casi invencible. A un nivel psicológico, nos presenta su fuerza emocional, desde el disfraz del terror a la cautivadora sensibilidad hacia la naturaleza. La noción del mal y la destrucción como moralismo que dé sentido al ser humano. Podemos pensar en una profecía autocumplida (Eso me recuerda a la película “Los Cronocrímenes”, donde el protagonista, tratando de evitar lo que observa de un viajero en el tiempo que está encapuchado, se acaba convirtiendo en este y tomando diversas decisiones que le encaminan cada vez más a cumplir ese destino. O a Arthur en “Joker”, que acaba asumiendo su perspectiva de que todo el mundo es caos y va contra él para convertirse en el nihilista psicópata demente de Joker) cuando el mundo le instruye en el mal a través de libros de la antigüedad sobre el poder y la guerra, libros que se leen sin el filtro de la moralidad, la empatía y el tiempo. Además, todo el mundo le rechaza sin conocerle porque le identifican, incluso su propio creador, como la encarnación del mal absoluto. Y, aun así, hay un cierto sentido de tratar de demostrar algo con su maldad. Por su parte, Frankenstein evoluciona desde la alegría, la temeridad y el deseo de mejorar el mundo de sus inicios, a un personaje lleno de culpa, congoja y tormento, obsesionado con una misión, que se vuelve en cierto modo el alter ego del monstruo porque parte de una obsesión idealizante de la vida y de la naturaleza, encarnada en la ciencia, y evoluciona hacia la culpa y el moralismo de parar al “mal absoluto” porque su creación ha pasado a sembrar horror donde él trataba de sembrar amor y vida. Todo, con ecos religiosos y de choque entre lo clásico y lo moderno para su época; tema que se ve sobre todo al principio. O la justicia y la ley. En lo negativo, el final se desinfla mucho y puede resultar repetitivo ese deambular por viajes, miserias, alegrías y miedo con descripciones muy similares y frecuentes, aunque permite conocer mejor a los personajes. Y la ingenuidad que comentaba a la hora de plantear ciertas cuestiones puede resultar demasiado evidente y poner a prueba el pacto de ficción. En general, me ha gustado bastante y recomiendo este clásico decimonónico temprano. Terror poco, pero reflexión, poeticidad y viajes hay en abundancia para disfrute del lector, con un estilo cuidado.

He ojeado algunos días “El lobo estepario” (https://es.wikipedia.org/wiki/El_lobo_estepario) de Hermann Hesse. Es una obra de 1927, que refleja la sociedad de los años 20. Llevo poco y es interesante ver sus reflexiones y disfrutar de su lenguaje. También, he seguido con “Infinitas” de Haizea M. Zubieta. Disfruto con los giros en las relaciones de la historia de amor no reconocida, con entender un poco mejor el mundo en el que se desarrolla o una cierta gama de grises. He leído poco de “Odessa”, una obra de la que tengo un ejemplar de los 70 y que he reencontrado por casualidad por casa; nada nuevo bajo el sol. El tema de la organización nazi (https://es.wikipedia.org/wiki/ODESSA) que llevó a los nazis al extranjero para que no les condenasen es interesante. Y “El nómada de Hagar” lo tengo medio aparcado estos días. Es bonito y cargado de impresiones, pero me pierde narrativamente entre lo que son flashbacks, saltos de tiempo, recorridos, cambio de voz narrativa y su casi plena intemporalidad.

En cuanto a música, escuchaba “Héroes” de Versilia y Lara Morello. Es una preciosa canción en homenaje a los sanitarios que trabajan durante la crisis del covid-19, arriesgando la vida mientras este coronavirus prosigue:

El folk rock de la alemana Patty Gurdy con “Kalte Wilde”:

La ternura en la cantante española Manuela Vellés con “Ojos chiribitas”:

La extrañeza cautivadora de la banda eurovisiva eslovena Zalagasper, con su canción “Sebi”:

En cuanto a artículos, veía uno sobre por qué Portugal está llamando la atención como país donde irse a vivir:

Sobre la película acerca de Hedy Lamarr, quien no sólo fue una estrella del Hollywood de la edad de oro, sino que también fue una inventora que desarrolló la tecnología que permitiría utilizar el wifi, los misiles teledirigidos, el GPS y el Bluetooth:

La noticia sobre que Susana Vera ha sido la primera fotógrafa española en ganar un Pulitzer:

Las grotescas, a mi juicio, un tanto graciosas, mascarillas, para facilitar el distanciamiento social, de la islandesa Ýrúrarí Jóhannsdóttir:

Sobre los ciervos bajo los cerezos en flor:

Una curiosidad sobre los persas:

El por qué preferimos los libros en papel:

Sobre criticar los errores ortográficos ajenos:

Sobre el duelo en los personajes:

Sobre qué piden las editoriales:

Desde luego, es complicado dar con la tecla porque hace falta tener un estilo marcado por unas reglas que no son naturales para todas las historias ni para todos los autores. Sí es la mejor estrategia para que la obra sea comercial. En mi caso, trato de mirar un poco más aspectos de los personajes que sólo los clichés, pero son obras que atraviesan varios géneros y pueden contradecirse en los rasgos esenciales. Ya el nivel psicológico, tarda en crecer porque mejora y se construye tomo a tomo de la saga, y a veces parece Proust.

Finalmente, una entrevista a Javier Olivares donde habla de su vida en relación con su formación y vivencias, de televisión, de La Movida Madrileña y de otras cuestiones:

En cuanto a series, estoy con varias. La vuelta de “El ministerio del tiempo”, si bien ha tenido algún detallito que me ha convencido menos, ha sido en general bueno. El primer episodio me pareció de 8,0 y el segundo de 7,7. Mantiene la esencia y tiene tramas muy potentes en drama, humor y emoción. A nivel histórico, sigue estando bien, pero estos primeros episodios han tenido mucho por abordar en las tramas personales y se ha notado la reducción de 10 minutos, pasando a una hora con “En episodios anteriores incluidos”, frente a la hora y diez, a veces más, previa. No se profundiza tanto en ciertos aspectos vinculados a los personajes históricos y a ciertos conflictos. Por lo demás, juega con soltura con muchas tramas y les da mucha coherencia, emoción y reflexión. También, estoy la sexta de “Los 100”; juega, [aviso de spoilers], con ciertas sorpresas en el planeta nuevo, en un espacio de todo parecido a La Tierra hasta los zascas, a la vez que tiene una mezcla de repetición y emoción, con más de una despedida conmovedora; se deja ver, pero no sorprende, aunque se reparte entre muchas tramas y conmueve.

Ya en la novela. He estado estos días ocupado añadiendo algunos datos del archivo de opiniones, gustos y otros datos relevantes, pero no he avanzado mucho. He medio retomado esta parte con algunas estrofas previas a Pekín. Comenzaba con el concepto de “writting identifying our own writting”, con esas obras que recuerdan a la propia escritura, con identidades distintas e influencias. Lo que lleva a pensar también en las políticas antisostenibilidad en muchas empresas multinacionales, evocando a Ungoliant de Tolkien con su daño a los árboles, a la naturaleza. Allora evoca el relato “Without plants”, que escribió en 2105 sobre un mundo donde el antinatalismo extremista crea un virus que acaba con todas las plantas; lo que causa la muerte de los animales y de la humanidad sobre el planeta, aunque la humanidad sobrevive en las colonias marcianas. Una historia más o menos contemporánea surge con los animales como los primeros en morir, inspirándose en los ataques en ese futuro del 牺牲, Xīshēng, que esteriliza a millones de personas en China por llevar el anti natalismo al extremo. Hablo un poco del mundo pre animal. Solemos olvidar que nuestro planeta ha pasado por un periodo más largo aún de vida terrestre sin que hubiera animales o plantas, sino especies de otros reinos de los seres vivos que podían cumplir funciones similares. Hablo también de que los humanos de Marte, en la ficción, sientan bases para estudiar ese mundo y al final, acaban perdiendo el interés, como si la naturaleza sólo sirviese para nuestros propios intereses, y realmente no haya un valor y una responsabilidad intrínseca en esos cambios y en reconocer el valor del mundo; lo que critico porque no debería ser el mundo y el cosmos sólo una fuente de recursos, sino un entorno a entender y tratar de respetar y valorar tal y cómo es.

Hablo también, en paralelo, del mal llamado imperio colonial sueco (Vinculado a lo que hoy es Suecia, además de partes de Finlandia, Estonia, Letonia, Noruega, Rusia y Alemania. Vinculado a su vez con Dinamarca, Polonia y Letonia), con colonias en África, el mar báltico en Europa y en América. Si bien, en América, la mayoría eran inglesas o españolas, no podemos olvidar a los franceses, neerlandeses y de países nórdicos y bálticos, que tuvieron algunas colonias en algunos momentos en la zona. Por ejemplo, hablar de Nueva Curlandia en América, vinculada al Ducado de Curlandia y Semigalia, vasallo el Ducado de Curlandia y Semigalia de la confederación polaco-lituana. Hay alguna alusión al confinamiento. O a cambios en la sociedad china, como una mayor variedad étnica, debido a la inmigración del resto del mundo y su mezcla con la población china por generaciones. En paralelo a esta historia, surge la de “ངག”, Ngaga o Naga, Voz, del escritor chino Zhao Kun, criado en Tíbet. En esa historia, los humanos siempre han sido capaces de comunicarse con los distintos seres vivos por medios telepáticos y surge un conflicto con las plantas, que empiezan a chillar y no se sacrifican para que los humanos tengan medicinas y las coman; lo que causa un

-Daasa: Literalmente, enfermedad amo; Daasa (El mumbi de las enfermedades. Muchas criaturas le adoran para que enferme a sus enemigos) (Vut), falta de medicinas y curación ante las enfermedades (Orof). Incurable (Da).

En un modo fabulesco para advertir sobre la irresponsabilidad en la gestión de la vida natural, destrozando el medio ambiente y pensando que no hay una relación profunda con nuestro entorno natural. En paralelo, Allora, en su WIOOW, o “writting identifying our own writting”, como esa casualidad de leer algo que podías haber escrito tú o verlo porque tu forma de concebir una ficción es similar, había imaginado una historia donde la relación con los seres vivos era violenta y combativa, en lugar de pensar en que podemos llegar a acuerdos, entendiendo cada parte su papel de poder comunicarnos de otra forma.

Luego hay algunos datos generales sobre China, inmensa, con nueve millones y medio de kilómetros cuadrados, con más de trescientos treinta y nueve millones, con el problema de necesitar aumentar la población para sostener la economía ante el envejecimiento demográfico, pero no poder sostener la naturaleza fácilmente esa masificación, con necesidad de equilibrar la muerte (Aludida bajo diversas divinidades del luto) y la medicina. También, de festividades como las del Año Nuevo Lunar, o la del 15 de febrero. O el festival Qinqming. O la evolución económica de China y sus comparativas.

No falta tampoco que Allora piense en el

-Aaanthuustbeth: Literalmente, sentir emotivo interior frío ver; la emoción fruto de ver internamente, sin un juicio moral o ético negativo, una vivencia o realidad (A los pantakakianos, les pasa con ciertas historias de inapropiados, donde, en lugar de sentir vergüenza y rechazo por sus actos, o no quedándose sólo en eso, disfrutan con sus vivencias y problemáticas).

Que hace que podamos disfrutar con historias donde la moralidad de los personajes entra en contradicción con nuestra moralidad, para poder empatizar con sus cuestiones personales y vivencias. Un ejemplo más o menos reciente serían los personajes de “Juego de tronos”. Si miramos la moralidad de estos, quizá Sam sea el único que podría encajar en nuestro mundo actual. Todos tienen rasgos monstruosos desde nuestra mentalidad. Asesinos que ejecutan a otros sin escuchar ni dejar defensa y lo llaman justicia, esclavistas, misóginos, déspotas, puteros, machistas, fanáticos, ruines y otras cualidades negativas las podemos encontrar en su código moral, pero también tienen otros lados personales, humanos, positivos y conmovedores que nos permiten empatizar por ese pacto de ficción y emocionarnos con el orgullo de un padre ante el éxito de su hijo, que es muy malo, o de un personaje vulnerable, aunque conspire y traicione a muchos otros.

Nick piensa en el tema de los dobles, en el mito chino (Y japonés) del hilo rojo que conecta a la gente en plan “almas gemelas”. Además de pensar en Sofía, la coprotagonista, y en la Sofía doble, que sí que sigue con su Nick; dos casos muy distintos para personas muy similares. Vemos que Allora, en el aeropuerto, piensa en un libro que leyó llamado “breve historia de China” de Owen y Eleanor Lattimore, edición de 1976 y obra de 1950 (Es la edición que conseguí de segunda mano hace unos meses, en español, y que he leído un poco), donde un estadounidense compara la sociedad china de esa época con la estadounidense de esa época. Eso lleva a reflexionar sobre la evolución social y la relación entre culturas como algo que no es inalterable. Y piensa en el

-Ashlotgue: Literalmente, vigía punto ciego previsible; mirar lo que hay en común de una cosa con otra o de una persona con otra sin fijarse en lo diferente (“Ashlotguees” es “La persona que mira lo que hay en común de una cosa con otra o de una persona con otra sin fijarse en lo diferente”).

Que puede volverse un problema en el acercamiento a otras culturas. Planteo además cómo pienso que evolucionará la mentalidad china en el futuro. Además de hablar del boom económico chino del 2074. En mi ficción, 全球治愈, Quánqiú zhìyù, crea la semivida en Rusia, en 2071, basándose en la tecnología San Junípero del 2040. Es un guiño fanfic a ambas tecnologías.

Fuera de esta ficción, la semivida aparece en la novela “Ubik” de Philip K. Dick, aunque no se indica nada sobre cuándo se inventó, mientras que San Junípero sale en el episodio homónimo de “Black Mirror” y, a diferencia de mi ficción, donde planteo que se inventa en 2040 como una forma de realidad virtual que da consuelo a los agonizantes, es un espacio virtual a dónde se pueden transferir las mentes cuando mueren, como pasaría más o menos con la semivida de “Ubik”.

Quánqiú zhìyù habla del antiespecismo y cómo, desesperado, tergiversa los principios del antiespecismo para crear robots que llevan a millones de personas a la semivida para que, a su juicio, dejen de dañar el planeta. Bajo mi punto de vista, hay puntos intermedios entre el especismo y el antiespecismo. Se suele ver todo en términos de especismo como considerar al ser humano un ser vivo fuera del reino animal, por superior a estos, sin mirar los derechos de los animales, o el antiespecismo como uno más en la naturaleza, considerando que la ganadería es maltrato y que el veganismo es la única postura posible. Claro que, ahí, es dónde está la tergiversación del personaje que ataca Hong Kong con sus robots y mete a la gente en semivida, el antiespecismo no busca perjudicar a la humanidad porque están al mismo nivel y tienen el mismo respeto que todos los demás animales. Bajo mi punto de vista, la ganadería es una parte más de la naturaleza depredadora humana, pero eso no justifica todos los actos contra los animales ni somos superiores. Simplemente, somos animales omnívoros por naturaleza, donde algunas personas eligen libremente ser vegetarianas o veganas, algo muy respetable mientras no se imponga, que nos relacionamos con el resto del mundo natural y eso implica que cazamos, que utilizamos la ganadería y demás, no que torturemos a los animales, que los matemos por deporte o que podamos cargarnos su espacio natural sin medir nuestro impacto ecológico como si el resto del mundo natural no importase.

Quánqiú zhìyù sirve también para hablar de “El problema de los tres cuerpos” de Liu Cixin. No he leído la novela, pero he escuchado comentarios sobre ella y, como la obra de ciencia ficción más destacada de la literatura china, tanto esa primera novela como toda la trilogía, debía hablar de ella. Sirve a su vez para hablar de las posturas acerca del contacto con otras civilizaciones alienígenas.

Para unos, es una posibilidad fascinante, una posibilidad de progresar, de entender el cosmos mucho mejor. Para otros, es abrir la puerta al horror, a una invasión por la señal; premisa con la que trabaja “El problema de los tres cuerpos”, o 三体, Sān tǐ. Lo que da pie a hablar de cuásar, de filamentos galácticos, de la incertidumbre fascinante de la gran inmensidad del espacio, donde muy probablemente haya formas de vida, algunas semejantes a lo que conocemos, quizá un planeta como el nuevo de “Los 100”, y otras de modos que no podemos ni imaginar, pero lo fascinante es que muchas de las estructuras que logramos ver en la inmensidad del espacio son coherentes con lo que ya conocemos.

Hablo también de las sondas Voyager, que han logrado superar el sistema solar tras casi 40 años de viaje y cuya señal tarda 15 horas en llegar hasta nosotros, y eso que está al lado en términos astronómicos. Imagino detalles del futuro, avanzando con la sonda 游eg, Yóu eg, de halcón peregrino, por ser el animal más rápido del mundo, volando en picado para cazar, mucho más rápida que las Voyager, que hizo el mismo recorrido en tres años, autónoma y cuya señal está a más de 6.000 horas de distancia. Esto puede hacernos caer en la cuenta de que, en 2113, parte una sonda que dará la información a un año vista y muchas más veces la distancia de la sonda más alejada de La Tierra, enviada, en el año de su fundación, por el 统一的世界政府, Tǒngyī de shìjiè zhèngfǔ, o Gobierno Mundial Unificado, que sustituye a la ONU y pasa a tener, entre otras actividades, ese funcionamiento como bloque. Y la idea de que, en 2117, piensan que ha podido detectar una estructura superior que la de los filamentos galácticos, que es la conexión de supercúmulos de galaxias, aunque la estructura de mayor tamaño sea la de los grandes cuásares. Todo mientras la investigación evoluciona, donde la galaxia más lejana o la más nítidamente captada será otra con el paso de las décadas, no A1689-zD1 como la más nítida y UDFy-38135539 como la más alejada en los estándares actuales, igual que hemos ido avanzando en nuestra ciencia. El conocimiento del universo que podía tener Albert Einstein, a nivel de geografía espacial, es mucho menor que el conocimiento que puede tener un astrofísico espacial, y hay cosas que cualquiera un poco informado puede saber, pero que se desconocían en 1955, empezando por el primer pulsar.

Espero que os haya gustado.


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Reseña de “Irati” (16-03-2023)

[Maravilla peligrosa ancestral] [Aviso de spoilers] Ayer, vi “Irati”, película de 2022, hispano-francesa, de fantasía histórica y...

 
 
 

Comments


Formulario de suscripción

651788514

©2019 by Artes literarias. Proudly created with Wix.com

bottom of page