Acabado “Vengo a decirte”, empezado “Las puertas del ayer y del mañana”, y Khwai en la novela (03-02
- Javier Valladolid
- 5 feb 2020
- 8 Min. de lectura
Acabado “Vengo a decirte”, empezado “Las puertas del ayer y del mañana”, y Khwai en la novela (03-02-2020)

Hola a todos, estas semanas he tenido varias presentaciones y ratos de escritura. Fui a la presentación de “Las puertas del ayer y del mañana” (https://lupusinfabula.es/presentacion-las-puertas-del-ayer-y-del-manana/?fbclid=IwAR0mNtzX03EijRWuiCmDuY6SoWUHKHchG3EAMXLvv-kk45WOL0BjaW1DTlI) de mi compañero de Lupus In Fabula, Álvaro Escudero, y acabé “Vengo a decirte”, de Irene Amor López.
“Las puertas del ayer y del mañana” es un cuento infantil bastante entretenido y accesible para adultos. Leído el primer capítulo, sabe jugar con los tópicos de los piratas para darles un nuevo imaginario. Como el uso de la inteligencia de Amy Brisamarina o su hurón.
“Vengo a decirte” es un poemario heterogéneo, pero con la emoción, con lo personal, con el amor, como ejes. Hay homenajes a su madre, a su abuela, a sus amigas, distintas reflexiones y muchos poemas referido a la relación con su ex pareja. Abarcan distintos momentos de su vida y de la relación y final. Los dos aspectos más interesantes del libro son la mezcla de poemas de diferentes puntos vitales, salteados, y la crítica no planeada a los claroscuros del ideal del amor romántico a partir de la exposición de la propia experiencia. Es una obra hermosa, a veces, interesante, otras veces, me sonó demasiado a cliché, pero siempre saliendo del corazón con honestidad. El erotismo, el romance, la vida en pareja, el desamor, la nostalgia y la añoranza conviven con otras reflexiones, como en “Cuentos”, donde vemos cierto empoderamiento, o en “Crecer demasiado rápido”. En general, no es una obra de grandes juegos lingüísticos y estilísticos, pero encontramos algunas escaleradas o incluso juegos especulares de aliteraciones, como en el poema que da título al poemario. Aun así, desde su sencillez formal, tiene algo.
He seguido con “Infinitas” de Haizea M. Zubieta. Me resulta más interesante que la parte de acción, eje de la historia, el cómo aborda en determinados capítulos cuestiones sobre ese mundo, desde las colonias hasta el conflicto de la autoconsciencia robótica y su mortalidad, cómo surgió la inmortalidad o se descubrió la decadencia y sus implicaciones. En “La leyenda del rey errante” de Laura Gallego, nos topamos con un giro en los acontecimientos y la incógnita sobre el destino, así como las distintas vidas posibles mientras busca el tapiz. En “Frankenstein”, he continuado con la parte en la cual viaja a Londres para cumplir la promesa hecha al monstruo. Es interesante ver el contraste con su amigo, como si su amigo fuera el alter ego de quién fue y permitiese ver la ruta intelectual de la época, con la mirada exótica en India, los grandes ideales, el asombro por cada detalle del viaje por Europa y los lazos de la alta sociedad, frente a los sentimientos de culpa que Víctor Frankenstein asume con su responsabilidad, en una promesa cargada de esperanza, en una situación peliaguda.
En “El nómada de Ággar”, disfruto de los elementos post apocalípticos y me pregunto si se puede deducir, por las pistas del relato, cuántos años han pasado desde ese apocalipsis, cuánto resisten los edificios, cuánto puede aguantar un libro, cómo han mantenido el conocimiento lector, en qué consiste el poder de sentir Ággar y escucharle, y disfruto con ese tratamiento particular de lo apocalíptico, que entronca en cierto modo con “On The Beach” (La hora final) de Nevil Shute; especialmente, cuando se aborda en esa novela el momento feliz de las carreras, aunque la esperanza de un futuro sea escasa o nula. Aquí, pese a que el mundo está muy mal, no transmite esa hostilidad que vemos en muchas ficciones post apocalípticas, como en “The Walking Dead”, sino que hay ecos de esperanza, de intimismo, de consuelo, de evocación, como en las relaciones madre-hijo o en la amistad. Es un mundo solitario, moribundo, pero cautivador a su manera.
Andaba escuchando el álbum “Aamutähti” del cantautor finlandés Sini Auteria:
Es una música, a ratos hermosa, que puede recordar a una parte de la música Johanna Kurkela, esa parte que evoca lo feérico y de tristeza mágica, y, a ratos, muy inquietante.
Y el álbum “Chasm” de Tea Tree, con su música psicodélica relajante:
O la canción “Daca” de la cantante rumana ADDA:
En cuanto a series, estoy con los últimos coletazos de Sky y de Amazon. Terminé la única temporada de “Reverie”. Ojeé la cuarta de “Thunderman”, que ha perdido parte de su chispa, aunque los personajes sean ya adultos. Y empecé la quinta de “The magicians”, que queda un tanto marcada por el duelo ante la pérdida reciente, y no cuaja del todo. Y lo nuevo de “Arrow”, con el piloto del spin off de las “canarios”, mejorable en sus planteamientos del 2040, pero interesante, después de todo.
En Amazon, estoy retomando la tercera-última de “Into the Badlands”, con la parte interesante de afrontar las culpas de una vida marcada por seguir órdenes de señores cegados por el odio mientras que, en paralelo, viejas esperanzas pueden convertirse en pesadillas. Terminé la segunda temporada de “La maravillosa señora Maisel”, con un final agridulce. Disfruté con el segundo episodio de Hanna; su episodio más personal de los que he visto. Empecé “Carnival Row”, con ese mundo con una puesta en escena victoriana decadente espectacular, en ese mundo decimonónico paralelo feérico, con mucha reflexión sobre la xenofobia y el canibalismo. Vi varios episodios de “The Boys”, que se va poniendo cada vez más interesante, con esos supers malvados, pero que, pese a ello, tienen matices y ayudan a la gente en numerosas ocasiones. Vi el piloto de “Hernán”, histórica hispano-mexicana sobre la figura de Hernán Cortés, que me pareció muy correcto, pero a la vez me chirrió algo y no sé qué. Vi la nueva temporada de “The Expanse”, que me gustó, con cierto sabor agridulce de “No es tan buena como antes”. Ojeé en revisionado, “Undone”, con su curioso estilo de sueño y saltos temporales. Y un episodio de “Electric Dreams”, que no me ha llamado tanto. Y he sabido que hay una serie llamada “Magi” (https://www.salamanca24horas.com/texto-diario/mostrar/1301334/serie-japonesa-magi-rodada-salamanca-estrena-jueves-amazon?fbclid=IwAR2ieMq_sKGnE2_HK6pKY6MQchYeO_9KpsmQhnfPf9nELolTNa0C-0NYFAI) en japonés, sobre la Embajada Tensho, un episodio diplomático entre “Japón” y el papado, como la que fue la primera embajada de un territorio japonés en Europa. Y retomé la segunda temporada de “El hombre en el castillo”; mejora algo.
En HBO, sigo con el arrowverso, “Embrujadas” (2018), “Legacies” y para de contar. Me puse al día con “Batwoman”, que está bastante entretenida y acaba enganchando, aunque diste de ser la mejor serie del arrowverso en estos momentos. El arranque de lo nuevo de “Legends” me dejó frío. “Supergirl” estuvo más interesante, aunque ciertos giros no me están gustando. “The flash” lo llevo al día, pero falta ver qué hacen en el post crossover, pues la temporada hasta ahora tuvo sólo el arco del crossover. “Legacies” ha tenido su gracia, con episodios temáticos como la invasión navideña, la bruja vengativa o cupido. Y me resultó inaguantable e interminable el piloto de “Avenue 5”, como comedia cutre que busca ser “The Orville” sin su chispa e imaginación. En “Netflix”, apenas lo estoy viendo por cuenta propia; terminé el otro día el piloto de “The Gift”, que está curioso, aunque la estructura esté bastante vista, y he visto que hay otros más o menos interesantes con estructuras similares, como “Ragnarok”.
Veía un artículo sobre la ruta por el Madrid de Lorca:
Y otro sobre poemas sobre gatos:
Claro que el poema que más recuerdo sobre gatos es “Gato” de Tolkien:
Ya con la novela, escribí la parte de Khwai, correspondiente, en la semana de Botsuana al viernes, en lugar de escribir la de Francistown, correspondiente al martes, con la que estoy ahora, y, como la versificación es más rígida en los patrones que los párrafos, he optado por dejarlo cómo está, con menciones del narrador para explicar ese cambio de orden en la narración; algo que pasa de vez en cuando en la saga.
Comienza con dos pesadillas en el hotel de cabañas en la aldea de Khwai. Una de Nick, ante la magia, que le aterra porque se pierde la lógica de la ciencia para ser sustituida por las exóticas reglas de lo sobrenatural. Meehrmrixoh, por su parte, tiene miedo a acabar en un mundo como el nuestro, donde sólo hay unas leyes de la física, incluso de la física cuánticas, convencionales y bastante predecibles, amoldadas a la ciencia ficción dura; lo que podría hacer que acabase atrapado en ese universo, de poder acceder. En cambio, el mundo de “El sueño en verso” tiene otras reglas o excepciones a las convencionales de ambos aspectos, y da mucho más juego; algo que le apasiona.
Khwai es una aldea al lado de la reserva de Moremi Game, y conectada con el delta del Okavango a mil kilómetros de distancia. Uno de los aspectos más complicados de hablar de ese lugar es que los lugares de referencia próximos resultan, a nivel léxico, difíciles de narrar en su diversidad; en palabras, son rincones estándar, aunque visualmente sean asombrosos. Hablé un poco sobre el lugar y su gran presencia de población.
Meehrmrixoh habla de un universo donde el colonialismo en África fracasó y eso transformó las relaciones de poder. Al fin y al cabo, debemos reconocer que gran parte de las desigualdades en el caso africano se deben al expolio sobre África durante el periodo colonial; lo que permitió que occidente se enriqueciera para invertir en industria y en ciencia. Es muy posible que el avance tecnológico se hubiese repartido mucho más si la riqueza se hubiese repartido más y probablemente habríamos tenido que afrontar otras crisis de recursos en Europa sin el colonialismo, y en África habrían desarrollado con anterioridad cuestionamientos de la corrupción y otras desigualdades que en Europa se fueron cuestionando en mayor o menor grado. Se exploran así distintas variaciones para buscar un planteamiento distinto a las relaciones de poder e influencias culturales.
Se incluye una reflexión sobre los prejuicios sobre la pobreza en África. Prejuicios como que África no ha tenido grandes civilizaciones o no ha inventado, o que la causa de su pobreza sea el islam o el peso de la esclavitud, y otros comprobados como el colonialismo.
La conferencia tiene gente del Konza Techno City, de Kenia, el Silicon Valley africano, y habla del futuro. El grupo terrorista ficticio Ngubu es natural de allí. Ngubu se convertirá en la EDAU en el futuro y causará el incidente en Marte. He querido profundizar, con algún detalle nuevo sobre los símbolos sumerios de la flota martiana, en la cultura martiana y su armada. Marte toma referentes como Ki-En-Gi (El nombre de Sumeria) o Uruk. He aprovechado para sacar el tema de las banderas, con una imagen de la bandera de Marte hecha por mí. Una bandera con el sol en su color real, espadas láser, símbolos sumerios, naves espaciales, la cúpula simbólica, una cúpula de sangre y la cuadriga. Con su propia historia. No falta tampoco, hablar sobre la bandera de la nueva UE, Venus y Maan, como ya se habló de la bandera de la EDAU.
En 2077, surge en tal aldea el FEONCMu, el Free Emotional Open Narrative Criteria Music, o criterio distinto a la hora de utilizar determinadas músicas para determinadas narrativas. Observé que hay determinadas músicas que ya se han convertido en clichés para determinadas situaciones narrativas. Por ejemplo, se rompe esa dinámica narrativa con la canción “On the nature daylight” (https://www.youtube.com/watch?v=rVN1B-tUpgs) de Max Richter para el safari triste, pero música tradicional de tono alegre en el hotel (https://www.youtube.com/watch?v=V5rPjoaRE2w).
En 2028, surgen granjas de xenorobots, que son seres vivos celulares programados para cumplir determinadas funciones en el organismo; algo así como nanobots biológicos. Además de hablar de la importancia de las vacunas contra las superbacterias. Tema que da a su vez para imaginarme distintos procesos que terminan con la aparición de nuevas formas de virus como los virus ciborg, que serán un gran quebradero de cabeza para la medicina futura.
Hablé de los dentistas voluntarios. En muchos países de África, la salud bucodental no es cuestión principalmente de estética o que tenga algunas molestias como consecuencia, si no que puede ser vital. Además de cómo se da eso en el futuro.
Finalmente, hablo del paso del lío del narrador y paso al martes en Francistown, sobre el que espero escribir en otro momento, puesto que lo tengo a medias.
Espero que os haya gustado.
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