Crítica de “El destino de Júpiter” (21-05-2016)
- Javier Valladolid
- 21 may 2021
- 2 Min. de lectura
Cuentos jovianos
[Aviso de spoilers]
Ayer estuve viendo “El destino de Júpiter” de las Wachowski en vídeo y me ha parecido una peli con cosas interesantes y cosas muy mal hechas. Júpiter (Mila Kunis) es una joven que trabaja en una empresa familiar que limpia casas y descubre de repente que unos alienígenas planean asesinarla. Lo que le lleva a descubrir, rescatada por Caine Wise (Channing Tatum), un licanido ex militar al que Titus Abrasax (Douglas Booth), desde su base en el interior del huracán de Júpiter, ordena matar para poder obtener su herencia frente a su hermano Balem (Eddie Redmayne) y su hermana Kalike (Tuppence Middleton). La Tierra y sus seres vivos se han convertido en una de las muchas fábricas del suero de la eterna juventud y es especialmente codiciada por los tres hermanos, pero si la réplica genética de su madre reclama el trono, podrá decidir el destino del planeta.
La película es bastante irregular. Tiene fallos de ritmo graves y las escenas de acción casi nunca lucen; incluso diría que resultan cutres, los decorados dan la sensación de desaprovechados y hay detalles que dan la sensación de sobre explicados frente a otros nada explicados.
Sin embargo, tiene cosas curiosas. Se nota que tiene una fuerte presencia de la cenicienta con toques de caperucita, con toques de “Guardianes de la galaxia”, junto a un estilo de aristocracia romana y hasta dinosaurios parecidos a Gárgolas. Hay alguna escena graciosa con la familia de Júpiter y, por encima de todo, tenemos una serie de temas de fondo que sí dan cierta guinda, aunque se pudieran profundizar en ellos de otra forma y que tuvieran más gracia. Ese discurso que divide los personajes en hombres malos y mujeres buenas, salvo alguna pequeña excepción, quedaba un poco así así.
Estamos ante un mundo que se presupone inmenso, donde se rompe el concepto del origen de la humanidad, como algo extraterrestre, pero que nada dista, más allá de la tecnología y el conocimiento, la matriarca de los Abrasax vivió casi 91.000 años y Kalike tiene 4.004 años, del ser humano actual; como si la sed de poder, las mentiras y las personas como mercancía, comerciando incluso con el tiempo, fueran un rasgo inherente a la humanidad y si tenemos alternativa. Con las mejores escenas de la peli.
En conclusión, es una película mala, pero con varios detalles interesantes y muchos más desaprovechados y que hubiera podido dar mucho más de sí.
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