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Orgullo Gay 2020 y Kazajistán en la novela (28-06-2020)



Hola a todos, feliz día del Orgullo Gay 2020, estos días he leído un poco más de “La casta de los metabarones” de Alejandro Jodorowsky y Juan Jiménez. Ese cómic tiene mucho de “Star Wars” y de “Dune”, recordando por momentos a “Las crónicas de Riddick”, pero logra introducir su propio imaginario y presenta robots con toques muy humanos. También, he retomado un poco la lectura de “El nómada de Ággar” de Álvaro Escudero, pese a las dificultades que me atascaron en su lectura. Y he escrito en la novela el pasaje del día en que los personajes están en Astaná, capital actual de Kazajistán.



El Orgullo Gay es una conmemoración de las revueltas de Stonewall (https://elmirondesoria.es/provincia/comarca-de-almazan/almazan-se-solidariza-con-dia-del-orgullo-gay#:~:text=El%2028%20de%20junio%20es,LGTB%2B%20en%20todo%20el%20mundo.) en Nueva York, Estados Unidos, en 1963, dando inicio al movimiento LGTB+. Un movimiento que, como sabemos, abarca muchas realidades. Más allá del nombre LGTB, LGTB+, LGTBT, LGTBI, LGTBIQ o LGTBIQ+, lo que cuenta es su principio de respeto a la diversidad, de respeto a amar, de obtener la igualdad de derechos y protección legal y social contra la discriminación, tanto de iure como de facto, desterrando prejuicios, ayudando a la normalización, ayudando a desterrar prejuicios y ganando visibilidad para que llegue el día en que no sea necesario celebrar El Orgullo porque no hay nada más que reivindicar y se ha logrado el objetivo definitivo: Un mundo sin LGTBIQ+fobia.

La homosexualidad ha estado presente en la literatura desde tiempos inmemoriales, con los mitos de Horus y Seth (https://www.editoriallacalle.com/noticias/historia-literatura-lgtb/#1), según algunas interpretaciones, y, desde luego, con los griegos. O, por la vía homófoba, en algunas interpretaciones de textos bíblicos, pasando por los romanos con obras como “El satiricón” de Petronio. No me gusta hablar de conceptos como Literatura Homosexual, Cultura Homosexual o Cultura LGBT (https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_LGBT) porque tengo la impresión de que se interpreta como una cultura unitaria cuando son personas de distintas culturas, y de distintas realidades sociales y vitales que abordan su experiencia en materia sexual, de sexo biológico y/o identidad de género de distintas maneras. Defiendo la visibilidad de estas muestras culturales y avanzar a una presencia cada vez mayor y normalizada de estas realidades en la literatura y el arte, sin perjuicio para las obras que tienen su valor, aun careciendo de estas realidades (Muchas obras no tocan el tema) o aceptando que, pese a su valor literario o artístico, pueden ir contra la diversidad y no sirven en ese aspecto más que para criticar su ausencia de defensa de la diversidad; por ejemplo, “El llanto de Ozymandias” de Alejandro Romero Nieto, con gran interés literario, pero clara mentalidad homófoba en las partes donde está presente el tema. Tenemos muchas obras sobre este tema como “Tenely” o “El retrato de Dorian Gray” en el XIX.

Ya, en el XX, a Sarah Waters (https://es.wikipedia.org/wiki/Sarah_Waters) con el uso del lesbianismo en el (https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/19-escritoras-brillantes-que-no-estaban-en-el-canon-tradicional-hasta-ahora?bffblola&utm_term=4ldqpgp&fbclid=IwAR0MFq8-hUCoR4L8aNX_Ei_lX_gCRSaq_UHoVw3OPhvRTt_HX0hB_CEz7XA#4ldqpgp) como parte de la crítica social, Federico García Lorca o “El hombre hembra” de Johanna Russ, con un mundo sin hombres. Recuerdo especialmente “Historia del rey transparente” de Rosa Montero, con una dama que descubre que la campesina se está haciendo pasar por caballero y se le insinúa, “La tierra fértil” de Paloma Díaz Más, con una historia de amor entre dos caballeros, pese a sus elementos cuestionables en el tratamiento del tema, o “Infinitas” de Haizea M. Zubieta, pese a que el miedo fuera el elemento predominante de las relaciones lésbicas. Los ejemplos más sonados recientes que me vienen a la mente en literatura tienen cosas mejorables, pero estoy seguro de que hay otros mucho mejores.

En cine, yo recomendaría, en temática LGTBIQ+, “La chica danesa” (Una historia de aceptación, un testimonio histórico sobre cuánto hemos evolucionado como sociedad para entender la transexualidad y la homosexualidad), “El atlas de las nubes” (La historia de amor de Robert Frobisher, un joven músico homosexual, y su amante, Rufus Sixsmith, es tremendamente conmovedora y todo un alegato contra la homofobia a medida que la historia se desarrolla por parte de un músico homófobo que se cruza en el camino de Frobisher), “300” (Además de una gran película, normaliza las relaciones homosexuales), “Disobedience” (Una película que aborda la historia de amor de dos mujeres con gran pasión y fuerza, aunque deban afrontar la homofobia social, pese a que el marido de una de ellas sea relativamente comprensivo sobre la sexualidad de su esposa, pese a haber), “Elisa y Marcela” (Una historia de amor entre dos mujeres que luchan por estar juntas contra la oposición de su sociedad y que lograron tener el primer matrimonio lésbico de la España moderna cuando una de ellas fingió ser un hombre). Otras películas presentan ese hecho de diferentes formas como “Brokeback Mountain” (Muy homófoba), “Un italiano en Noruega” (La coprotagonista había tenido una “fase” y ha estado antes con una mujer. Lo mismo sucede en “Scott Pilgrim contra el mundo”).

A nivel de series, la mayor oda a la diversidad sexual ha llegado con “Sense8”, donde se aborda la sexualidad a un nivel psíquico, místico más allá de la identidad sexual, que también presenta a una mujer trans que cambió de sexo y otro personaje clave es un personaje homosexual. En el arrowverso, corrigen los errores homófobos de “Smallville” y nos presentan con naturalidad personajes gay y lesbianas entre los protagonistas, e, incluso, una mujer trans heterosexual. “The OA” tiene un personaje homosexual y un personaje trans. En “Tochwood”, vemos un ejemplo de pansexualidad y otras orientaciones, igual que la pansexualidad en “Blood and Water”, mientras “Doctor Who” tiene al personaje pansexual que da lugar a “Torchwood” y una companion lesbiana, aunque hay quien asegura que tiene tendencia a matar rápidamente a los personajes homosexuales. En “5 hermanos”, la relación de una pareja gay se normaliza. En “Killjoys”, tenemos relaciones gays y lésbicas normalizadas, igual que en “Los 100”.

Pionera en la introducción de los personajes LGTB sin intención homófoba, tenemos “Buffy cazavampiros”, aunque arrastra ciertos prejuicios, incluso en los comics. Tenemos una conversación normalizada entre un chico gay y Xander, diciéndole que sabe su secreto. Lo interesante de la conversación es que, cuando confiesa que es gay y piensa que Xander lo es, le dice que su abuela le ayuda a encontrar pareja. También, tenemos la primera relación lésbica de Willow, que dura varias temporadas y marcó a muchos espectadores, en una época donde la heteronormatividad era la norma. En los cómics, se da incluso el descubrir la bisexualidad de Buffy, insinuada en algunas bromas con Faith. En el lado negativo, los prejuicios de “experimentar con la sexualidad” (La idea de que la gente tiene una orientación sexual por experimentación cuando la realidad es que una cosa es la actividad sexual y otra la atracción. Puede haber correspondencia o no haberla), la idea de “fase” (En el caso de Buffy, llega a decir en los comics que sólo fue una fase. Y el cambio en Willow fue un tanto brusco. Parecería lógico pensar que descubriría su bisexualidad, en lugar del planteamiento de que primero fuera heterosexual, con relaciones románticas y sexuales intensas con Xander y Oz, para luego ser totalmente lesbiana, con Tara y otras mujeres), o la idea de que los amores homosexuales acaban mal (No es su intención, pero el trágico final de Tara evoca el final un sentimiento homófobo).

En la franquicia de “Las crónicas vampíricas”, tenemos a Joshua en “Los originales”, que tiene una relación duradera, y a Joss y Hope, ambas bisexuales, con total normalidad. En “El ministerio del tiempo”, si bien no han introducido personajes trans o bi, que yo recuerde, sí han aparecido con total normalidad y positividad personajes gays y lésbicos. En la franquicia “Star Gate”, si bien apenas hay una mención de un personaje puntual al tema en “SG-1”, tenemos a Camille Wray, que es lesbiana. En “Da Vinci’s Demons” se aborda sin tapujos la bisexualidad de Leonardo Da Vinci y los prejuicios de su época. En “Star Trek”, vemos en “Discovery” una pareja gay, la bisexualidad de Philippa Georgiu y el alférez Silvia Tilly como lesbiana. En “Marvel: Runaways”, la pareja de mujer bisexual y mujer lesbiana, protagonistas y amigas de otros, tienen una bonita historia de amor con sus altibajos, como gran pareja de la serie. En “La reina de las sombras”, como en “Los 100”, las orientaciones sexuales se presentan con gran diversidad y normalidad, aunque tienen un cierto componente cultural de modernidad. Es decir, según mi percepción, se ven más mujeres lesbianas que hombres gays y más mujeres bisexuales que hombres bisexuales, aunque la percepción a pie de calle, por lo que tengo entendido, suele ser, al menos, en la sociedad española, de mayor visibilidad de gays y hombres bisexuales, con menor visibilidad de lesbianas y mujeres bisexuales.

En cuanto a mi obra literaria, en “El Sueño Perdido, La Ciudad de las Vidas Partidas”, tomo como referente a Willow y Tara para crear a Allora y a Ayna, incluyendo ese final trágico, entre otros temas LGTB+. En “El Fin de Pantakakistos”, hay una escena satírica-trágica de la negación que tiene la elfa de su propia bisexualidad ante las sirenas. En “El sueño en verso”, comienzo a plantearme cuestiones LGTB+ en “El sueño en verso, tomo III: Reflejos”. En “El viaje del sueño”, es una realidad totalmente normalizada, aunque no referenciada continuamente por cuestiones de economía narrativa de los personajes.

Ya con la novela, a lo largo de 14 páginas, hablo de Kazajistán y, sobre todo, de Astaná, su actual capital. He tratado de ser breve y no centrarme en la alucinante impresión arquitectónica que me generó el año pasado o el anterior un documental sobre esa ciudad. Terminaba el post anterior hablando del sueño con los cthulhus y del concepto de “sleepfilm”, que he acuñado para referirme al uso de películas o series a modo de calceta para conciliar el sueño y mantenerse dormido. Aquí, he comenzado con Sofía hablando del sueño de Figas, de la influencia de Lovecraft, junto con su personalidad, con aspectos muy negativos, y que están atentos a todo aquello de La Tierra Hueca.

Luego, he introducido un poco la información general de Kazajistán. Un país de más de dos millones de kilómetros cuadrados, cuatro veces España, con zonas en Europa Oriental y la mayoría en Asia Central, y con diecisiete millones de habitantes; es decir, poco poblado para su gran superficie. No he querido entrar en qué moneda usan. Uno de los aspectos más destacados del país es el uso del ruso junto con el kazajo como lenguas oficiales; de hecho, los kazajos son muy pro rusos. Astaná es llamada también Nur-Sultán, y, con anterioridad, Nursultán, Нұр-Сұлтан, Астана, o Akmola, capital desde 1991.

He hablado de la homofobia en Kazajistán. Como parte de la esfera cultural rusa, como ex república de la U.R.R.S.S., la presencia de la homofobia está en aumento y es muy preocupante. Si bien la homosexualidad es legal desde 1998 y la transexualidad incluye el derecho a cambiar de sexo, no tienen muchos de los derechos que se establecen en nuestras sociedades y falta protección legal contra la discriminación, hay presiones para establecer formalmente una ley contra la “propaganda homosexual” como la que hay en Rusia y ya tienen que ocultar muchas personas LGTB+ su existencia para poder vivir con normalidad y no ser discriminados, insultados o agredidos. Allora defiende a la comunidad LGTB+ y lee el relato “Amar sin mascarilla”, que envié al certamen de Fuenla Entiende “IV certamen de relatos cortos LGTB: Sororidad en las mujeres LGTB”. No recibí acuse de recibo y no he tenido noticias del ganador, pasado el plazo; con lo que me ha parecido oportuno incluirlo en los paratextos de mi novela. Añado que es un esfuerzo de todos el combatir la homofobia, no sólo de sus figuras más mediáticas, o que se asocia el respeto a la diversidad con ser moderno o no cuando debería ser algo natural hasta para la persona más tradicional del mundo.

Luego, he incluido varias canciones, tanto kazajas como de otros lados:

-A la canción Between light de Linsey Stirling:

-A la canción re:member de Ólafur:

-A la canción Rizamın de Kesh You:

-Al álbum ҚАЗАҚША ХИТ ӘНДЕР:

-Al vídeo musical kazajo tradicional Құрманғазы Сағырбайұлының күйлері - Kurmanğazı Sağırbayulı' nın küyleri:

Un poco de la geografía variada del país, aunque sea un país de estepas en su mayoría y en Astaná hace muchísimo frío. No puse la cifra, pero había -10º cuando los personajes van allí. El país fue fundado en 1991 por Nursultán Nazarbáyev, quien se mantuvo en el poder hasta marzo de 2019, elegido con probable tongo en todas esas legislaturas, en que renunció a la presidencia, pero sigue manteniendo mucho poder, en su sistema de dictadura disfrazada de democracia. Ha hecho cosas buenas por su país, como usar la riqueza de ser un país petrolero para mejorar la calidad de vida de la gente, aunque haya sido en las grandes ciudades, frente a la pobreza fuera, y para invertir en energías renovables, o becar a sus ciudadanos más brillantes para que se formen en universidades extranjeras y luego vuelvan a su país a trabajar. En cambio, es ultra corrupto, autocrático y no ha perseguido enérgicamente la homofobia o la violencia de género. El país es multiétnico, como muchos otros de gran extensión, y tiene libertad religiosa, siendo el islam la lengua mayoritaria, con el cristianismo como segunda con casi una cuarta parte de la población. Una historia vinculada al nomadismo, al Imperio Ruso y a la Unión Soviética. Se habla de la poesía y algo de la ciencia ficción kazaja, como Abai Ibrahim Kunanbayev, clave para la literatura nacional. En geopolítica, tiene bastante relación con China, y hace de espacio neutral entre Irán y China para que no estallen las rencillas entre ambos países. El país busca convertirse en 2050 en uno de los más desarrollados y planteo que, en parte, lo consigue. A partir de 2060, pasa a ser una democracia en sentido clásico y a desarrollarse económicamente en general. Antes de eso, tiene varias autocracias o dictaduras encubiertas, como la de la computadora inteligente Tаң, Tañ en 2040.

Tаң, Tañ, se vuelve homófoba, racista y tal, a semejanza de otras IAs de la vida real, en una deriva de esa sociedad hacia el racismo. También, establece un sistema de precios personalizados en proporción a lo que uno gana. Censura, a través de prohibir lo que consideran los sleepfilms, las obras artísticas de la disidencia. Se critica el extender tópicos irreales Borat.

En el museo espacial o Planetarium, vemos una reproducción del retrete Wolowitz, en alusión a Big Bang, y una serie de temas como los astronautas fantasmas, o astronautas que, según las leyendas urbanas, llegaron al espacio exterior y murieron en el intento. También, algunos de los fallecidos en el espacio. O los cohetes de vuelo ultra rápido intercontinental que viajarán en el futuro entre Kazajistán y Japón o México y Japón. O la historia de Segei Krikalev, que fue abandonado en la Estación Espacial Rusa por meses mientras la Unión Soviética se desvanecía.

En el Palacio de la Paz, nombre completo, Palacio de la Paz y la Reconciliación, de Astaná, con su forma piramidal, dan la conferencia. Nick recuerda que Michelle, un personaje que tuvo un importante papel en otras partes, le contó que estuve en ese edificio en el futuro y dio una conferencia entre el verso y la, hipotética en ese universo, prosa. Comenta Raquel que surgirá, en 2086, el KEET, Кванттық эмоционалды екілік тіл, Kvanttıq émocïonaldı ekilik til, Lenguaje Binario Emocional Cuántico, QEBLa, Quantum Emocional Binary Language. Creado por Microsoft Kazakhstan, es un lenguaje de programación gracias al cual Raquel es capaz de reparar robots cuyo software es como máximo como los hubots, y que combina la emoción, lo binario y lo mental en su estructura cuántica. También, se habla de interdisciplinaridad, como en el caso del Alexandra Elbakbyan, con Sci-Hub, o Barbara Liskonv, con su enfoque matemático de los lenguajes de programación y su invención de Clu, que fue esencial para JAVA y para la telefonía, en lugar del sistema de programación basado en el “go to”.

Otro punto interesante es la presencia de los shurare, un ser mitológico kazajo que recuerda al diablo, presente en un ballet ruso, que mata haciendo cosquillas. Aquí, son anómalos que empezaron a ser cazados cuando se supo de su existencia, pero que, ahora que han mantenido la paz con los humanos, se han decidido a tener los primeros contactos con estos, pese al recelo. También está el tulpar, una especie de Pegaso kazajo y túrquico, que se usa por mutantes para mantener el orden; lo que resulta polémico en el grupo.

También sobre otros países de la zona, alguna pincelada de cada uno, como Tayikistán y sus vínculos con Camboya, o con tocarios y escitas. O Uzbekistán con el imperio samánida. Y otros “-stán”. Busca reforzar sus lazos comerciales con todos los países de la zona y se establece que se busca lo mismo con los shurare. También, con el tema deportivo de Kazajistán, incluyendo su equitación tradicional. O el museo al presidente.

Sobre el cine kazajo, menciono “mongol”, peli que me suena que no estaba mal; una superproducción medianamente fiel a la realidad histórica. El Bayterek le recuerda al industriarte, estilo del futuro, y el “Nur Alem”, esfera más grande del mundo, con una zona de la ciudad de estilo futurista, asombrosa. También, hay una cierta presencia del tema gastronómico, con leche de yegua, cumis, gustó, la de camello, shubat, gustó, y el palaw para comer. Todo muy escueto porque quería abreviar, tras excederme en extensión de la parte de Pekín. Espero que cumpla las expectativas el día en que el lector pueda descubrirla. Finalmente, se marchan, dentro de la semana de China, a Ulán Bator, Mongolia.

Ya, para terminar, cierro este post con el capítulo final de “El ministerio del tiempo”. Todo apunta a que es el final de la serie, pero el propio Javier Olivares no descarta que siguiera y algunos detalles abren la puerta para tener hilo argumental para una renovación. El episodio final se adentra en la ciencia ficción y en la perspectiva histórica del futuro, con grandes cuestiones morales, personales y de fin de ciclo. Siga o no, hay un gran cambio de ciclo, el final de una historia y, sus posibilidades de continuación, pasan por nuevos personajes principales en patrullas, otros con un rol de maestros en un relevo generacional y una presencia aún mayor de la mujer y del feminismo en las tramas. Ha sido una estupenda temporada, con algunos episodios sobresalientes y, a mi juicio, un 8,5 en conjunto. Ha sido una temporada llena de homenajes, referencias y cierre de tramas para dejar atada y bien atada esta etapa, para acabar en una despedida memorable que hace difícil imaginar que haya más, pero no lo descarta por completo en estos tiempos de revival, nuevas temporadas y demás. Y una vez más, con una contundencia aún mayor, Javier Olivares cierra todo lo cerrable por lo que pueda pasar; una clausura narrativa que funciona, pese a que haya detalles para todos los gustos a lo largo de la temporada y haya habido alguna cosilla que también me ha chirriado un poco en esta temporada con un peso un poco menor de los personajes históricos para enfatizar cómo les afectan los personajes a sus vidas y una duración, buscada desde hace tiempo, algo menor.


Espero que os haya gustado.

 
 
 

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