Reseña de “Cuando el destino nos alcance” (10-07-2018)
- Javier Valladolid
- 12 jul 2021
- 2 Min. de lectura
[Sobrepoblación y añoranza]
[Aviso de spoiler]
Acabo de ver en DVD, “Cuando el destino nos alcance”, película estadounidense, de 1973, de ciencia ficción distópica, dirigida por Richard Fleischer, y guionizada por Stanley R. Greenberg, basada en la novela de 1966 “¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!” de Harry Harrison, sobre la investigación del asesinato de un millonario en un mundo híper poblado y distópico en 2022 lleva al descubrimiento de una horrible verdad. Me ha parecido una película con ideas interesantes, base para otras películas posteriores, pero, al mismo tiempo, con escaso dramatismo de forma, pese a tenerlo en contenido. Le pongo un 7,5.
El detective Robert Thorn (Charlton Heston), con la ayuda de su amigo y ayudante Solomon “Sol” Roth (Edward G. Robinson), investiga el asesinato de un millonario y sospecha de la corporación Soylent, que desarrolla un alimento muy barato para alimentar a la población. Mientras, va descubriendo que hay algo más oscuro en la investigación.
La película presenta un mundo que guarda ciertas semejanzas con “Blade Runner”, la novela en la que se basa esta película es ligeramente anterior a “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, y en donde vemos una sobrepoblación acompañada de problemas climáticos, mientras el protagonista y su relación con Shirl (Leigh Taylor-Young) recuerdan a la de replicante Rachel y a Rick, con esa mezcla de seducción y sueños de fuga en oposición al sistema. Claro que aquí se convierte en un alegato a favor de la nostalgia de la época en la que se hizo la película, donde se seduce con una ducha caliente o con fresas o con carne de buey, como cosas muy lujosas. A esto se le añade que la información del pasado se convierte en algo que no interesa a casi nadie y toda la reflexión sobre la sobrepoblación, la normalización de la represión del sistema y algo que inspiró a “El atlas de las nubes”. Además de hablar de la vejez y de la nostalgia por el personaje de Sol, con especial hincapié en su última escena.
La película resulta entretenida y tiene mucha miga, pero, por el contrario, pese a tener más de un tiroteo y escenas de contenido muy dramático, no logra transmitir ese enorme dramatismo.
En conclusión, una película que tiene mucha miga en el tema de la distopía como algo que nos hará desear nuestros tiempos actuales, en la sobrepoblación y en la crisis de los recursos naturales, pero que no consigue transmitir el enorme dramatismo de todo.
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