Reseña de “El gran showman” (11-01-2018)
- Javier Valladolid
- 12 ene 2020
- 2 Min. de lectura
[Un millón de sueños]
[Aviso de spoilers]
Ayer vi en el cine “El gran showman”, película estadounidense biográfica musical dirigida por Michael Gracey y escrita por Michael Arndt, Jenny Bicks y Bill Gordon, basada en la biografía del showman estadounidense P.T. Barnum, fundador del circo Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus. Me ha parecido una película preciosa, con excelentes actuaciones y bien llevada también a nivel de historia y de defensa de la identidad, aunque algunos ratos se le va un poco el ritmo. Le pongo un 8,8.
P.T. Barnum (Hugh Jackman/Ellis Rubin/Ziv Zaifman) es un niño de familia humilde que se enamora de Charity Barnum (Michelle Williams/Skylar Dunn), una niña rica que se acabará convirtiendo en su esposa, pese al rechazo del suegro, Benjamin Hallet (Frederic Lehne), y apoyándole en sus proyectos llenos de sueños. Uno de ellos será un museo de cosas extrañas y eso le llevará a un teatro con el espectáculo circense que le hará famoso y que no estará exento de problemas.
La película tiene un nivel musical muy potente. Desconocía la faceta de Hugh Jackman como actor de musicales y ha sido un auténtico placer descubrirla. Claro que el resto de personajes, la mayoría cantan, no se quedan atrás. Tampoco falta el baile, las escenazas de equilibrismo, y la buena música acompañando. La escena de Zac y Huck en el bar es divertidísima y musicalmente fabulosa.
A nivel dramático, vemos cómo llega Barnum a crear el circo, con Philip (Zac Efron), un joven de clase alta, como inversor y luego showman. También los problemas que debe afrontar, en una lucha contra los detractores, contra el clasismo, contra el racismo y contra el concepto de normalidad, llevando a una serie de personajes considerados en la época como freaks, siendo rechazados por la sociedad, a ser parte de un espectáculo que causó furor. Llama especialmente la atención Lettie Lutz (Uno de los personajes históricos de la película), más conocida como La Mujer Barbuda (Keala Settle), con esa voz operística y su papel de encarar al mundo en lugar de esconderse ante el rechazo social. También el choque entre lo aristocrático y el conflicto de clases en Jenny Lind (Rebecca Ferguson/Loren Allred). Todo con un alegato a favor de la imaginación, de los sueños, de la no discriminación y de la identidad.
En contra, el ritmo en la historia resulta dispar y a veces puede resultar un poco pesado, aunque se compensa con las excelentes actuaciones musicales.
En conclusión, una película con excelentes actuaciones musicales, con un buen alegato de la diversidad, contra el clasismo y la discriminación, que a veces pierde un poco el ritmo en la excelente trama dramática.
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