Reseña de “Secretos de estado” (01-11-2019)
- Javier Valladolid
- 2 nov 2019
- 2 Min. de lectura
[Integridad]
[Aviso de spoilers]
El miércoles vi en el cine “Secretos de estado”. Película británico-estadounidense de suspense y política, dirigida por Gavin Hood y guionizada por Gregory Bernstein, Gavin Hood y Sara Bernstein, sobre la historia real de Katherine Gun, espía británica filtró un documento secreto de la NSA tras el anuncio de la invasión de la guerra de Irak en 2003. Me ha parecido una película con el punto interesante de mostrar las trampas legales de los sistemas de espionaje para blindarse ante la justicia y bastante rigurosa, con un gran alegato moral, pero adolece de una intensidad acorde con todo ello; lo que mina muchísimo la película. Le pongo un 6,0.
Katharine Gun (Keira Knightley) es una espía del Servicio de Inteligencia Británica. Justo tras el anuncio de la invasión de la guerra de Irak, un documento clasificado de la NSA insta a los espías británicos a obtener información con que coaccionar a los países que puedan votar en contra de la guerra a falta de pruebas de destrucción masiva. Ante el problema ético que supone, Katharine filtra a la prensa el documento y comienzan los problemas sobre quien lo ha filtrado y el conflicto legal, patriótico y personal que supone.
La película muestra un juego moral con cierto suspense. El conflicto de la seguridad nacional, del derecho de la ciudadanía a saber, la duda de la verdad de la información, la legitimidad de la desobediencia civil y los juegos de poder entre unos y otros. También cuestiones como los prejuicios y la desconfianza, encarnada en el rechazo social a Yasar Gun (Adam Bakri) por ser inmigrante musulmán iraquí, aunque fuera un refugiado que huía del régimen de Sadam Husein. Pondrán a prueba los intereses, los principios y la integridad, además del conflicto personal y profesional de los personajes, como el intrépido Martin Bright (Matt Smith). A ello, se suma, con un buen rigor histórico, por lo que he podido leer, varios de los protagonistas reales intervinieron en el asesoramiento, el proceso judicial ante un problema legal bien blindado. Con gran semejanza estilístico-narrativa con “Los archivos del pentágono”; peli a la que se le da un guiño.
Si bien las interpretaciones cumplen, el ritmo, la dirección o el guion no transmiten toda la intensidad que debieran. No es que no haya algunas sorpresas e inquietud de la protagonista y otros personajes, pero tuve la impresión de que cualquiera, incluso un espía, tendría muchas más dudas y mayores miedos ante el hecho de ponerse en contra de los intereses de su propia agencia, aunque sea por el bien común. Yo me imagino en una situación real semejante y el dramatismo y emociones serían muchísimo más intensos que la impresión que me dio en pantalla. Hablamos de una organización cuyo poder, en caso de entrar en conflicto con un gobierno, es enorme porque manejan información de todos.
En conclusión, una película que aborda de un modo entretenido, con algún punto interesante, el conflicto entre integridad y cadena de mando, entre lealtad al país y a sus ciudadanos, con el valor y la moralidad, desde un buen rigor, pero cuya insuficiente intensidad para la magnitud de los hechos narrados mina el poder dramático del film.
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