Reseña de “Frivolinas” (16-12-2019)
- Javier Valladolid
- 17 dic 2019
- 2 Min. de lectura
[Payaso, sketches y picaresca]
[Aviso de spoilers]
El sábado vi, en el cine Doré, con orquesta en directo, “Frivolinas” (https://www.youtube.com/watch?v=jS1iraxWJwQ) película española del cine mudo, comedia y musical de 1928, dirigida y guionizada por Arturo Carballo, sobre la historia de un payaso, un mujeriego, su hija y Ramón, mezclada con sketches. Me ha parecido una película muy interesante a nivel de descubrir la época, con números musicales curiosos y muy bien interpretados, y cierto humor mezclado con profunda ironía, pero se puede hacer un poco larga en el nudo. Le pongo un 7,1.
Don Casto Tordesillas (José López Alonso), un aristócrata español mujeriego, ve con malos ojos que su hija Rosita (Rosita Rodrigo) esté enamorada de Ramón (Ramón Álvarez Escudero “Ramper”); quien le parece un pícaro. Al mismo tiempo, idolatra al payaso Ramper sin conocer su vínculo.
La película, de cine mudo, tenía la música de la época sonando con orquesta en vivo, con partituras de la época restauradas. Lo cual daba mucha vida y se disfrutaba mucho, aunque no fueran mis géneros musicales predilectos. Es interesante ver en los sketches de las revistas de entonces cómo realizaban los espectáculos y la mentalidad chocante, cargada de machismo misógino y una visión de la sexualidad más reprimida a la vez que asociada a las drogas, al exotismo y a lo pecaminoso, bajo una estética aristocrática y elegante. Artistas del espectáculo famosas de la época como Eva Stachino, María Caballé, Olvido Rodríguez o Luisa Widen entre otros, si bien se hacen pesadas a ratos y alargan el film.
Tiene un toque cotidiano, irónico y nos permite ver temas como el acoso sexual normalizado en la época, que la violencia que vemos ahora en ciertos espectadores con el fútbol ya sucedía con los toros, la moralidad de la época, el nacionalismo, el baile o el uso del lenguaje, que podía ser más parecido al coloquial de hace unos pocos años de lo que podríamos pensar.
Pero quien tiene más miga en el film es Ramper, con sus números ácidos, tontamente graciosos y a veces incluso acrobáticos. Se convierte en la imagen de lo transgresor y el humor de lo obvio sobre lo obvio en una dinámica absurda graciosa. Además del papel que jugará a la hora de resolver la trama.
En conclusión, una película interesante para ver la mentalidad de la época, con números musicales disfrutables, y un juego de ironía a diferentes nueves, más humor peculiar, en especial, de Ramper, pero que puede volverse un poco pesada con algunos de los sketches.
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