Reseña de “Hannah Gadsby: Nanette” (16-07-2022)
- Javier Valladolid
- 16 jul 2022
- 2 Min. de lectura
[Arte, tragedia cotidiana y prejuicios]
[Aviso de spoilers]
Hoy, en Netflix, he visto “Hannah Gadsby: Nanette”; film estadounidense de 2018, de monólogo cómico dramático, guionizado por Hannah Gadsby y dirigido por Madeleine Parry y Jon Olb, donde aborda la realidad LGTB+, el arte, el feminismo, los prejuicios, el problema del machismo y su propia vida para hacer reír y hacer pensar. Pese a que la dificultad para captar toda la emoción en las partes del humor sin dominar el inglés, y que resulta demasiado extenso seguido por su gran densidad para hora y diez, que se asimilaría mejor dividido en dos partes, me ha parecido un monólogo lleno de profundidad, con puntos de humor y gran dramatismo para reflexionar. Le pongo un 9,0.
Hannah Gadsby, de 44 años, es una mujer lesbiana cuyos rasgos andróginos han hecho que, con frecuencia, sea confundida con un hombre en su sexo y en su identidad de género. Con su salida del armario, como lesbiana, en la Australia de la Tasmania conservadora de los años 90, como punto de partida, abordará otra serie de temas tanto desde el humor como desde la honestidad dramática para hacer pensar y sentir.
La narración tiene sus puntos de humor, aunque se pierde mucha de la chispa cómica por causa de leer los subtítulos quienes no dominamos el inglés. Claro que, donde realmente resalta el monólogo, es en el uso del humor y el drama para la reflexión. Temas como la impotencia ante los prejuicios y abusos de los demás, la cuestión del patriarcado, la indefensión aprendida, la tensión continua, abusos, la criminalización de la realidad LGTB+, la cultura LGTB+ y su uso como forma de exclusión, los arrepentimientos y disculpas de la gente y del entorno familiar, incoherencias, homofobias interiorizadas, prejuicios en muchos aspectos.
Un punto aparte sería la cuestión del arte. Si bien hace un uso algo falaz del concepto de “separar la obra del artista”, pues este viene a significar “No tomar el valor de una obra por la semejanza o distancia con nuestros valores, sino por la calidad técnica y el impacto tanto cultural, social e histórico en un determinado campo”, lo utiliza para una brillante crítica al machismo y al problema de la reputación. Además de criticar el clasismo junto con otros temas importantes y trágicos.
Es un monólogo muy preparado y expuesto desde el corazón, usando sus emociones como herramienta constructiva, aunque Hannah diga pensar lo contrario en ciertos momentos, y es una gran reflexión, muy densa, que sería más disfrutable en dos partes.
En conclusión, un monólogo crítico cómico dramático cuyo humor es difícil de captar con subtítulos, y tan denso que convendría pausar a mitad, pero cuyo contenido honesto, emotivo y muy preparado lleva a reflexionar sobre aspectos fundamentales del arte, el feminismo y la realidad LGTBQIAA+ entre otros temas.
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