[Dinosaurios cotidianos, gatopardismo fílmico]
[Aviso de spoilers]
El jueves, vi, en el cine, “Jurassic World: Dominion”, película estadounidense de 2022, de ciencia ficción, que cierra el ciclo de trilogías de “Jurassic Park” y la trilogía de “Jurassic World” con “Jurassic World” y “Jurassic World: El reino caído”. Está dirigida por Colin Trevorrow y guionizada por Emily Carmichael y Colin Trevorrow más aportaciones del equipo actoral. Me ha parecido una película entretenida, que cierra la saga, pero que desaprovecha ideas realmente interesantes, realmente, con miga, que deja caer, para regresar a las repeticiones de un modo muy excesivo. Lo que da un resultado que vale sin tomarla muy en serio, pero es una gran decepción como la guinda del pastel de una franquicia de casi 20 años y dos trilogías a sus espaldas más la serie “Campamento cretácico” y algún cortometraje. Le pongo un 6,0.
Cuatro años después de la erupción de la isla Nublar y el incidente de la mansión Lockwood, los dinosaurios campan a sus anchas por el mundo y abundan las organizaciones de cría ilegales. Maisie Lockwood (Isabella Sermon), la clon de 14 años de la hija de Benjamin Lockwood, el ex socio de Hammond, vive en una cabaña con Owen (Chris Pratt) y Claire (Bryce Dallas Howard) hasta que la corporación BioSyn secuestra a la cría autoclonada de Blue y a Maisie. BioSyn lleva a los dinosaurios a su parque en Los Dolomitas y crea unas langostas gigantes que no comen semillas de la empresa, amenazando con destruir el mundo, pero sólo el equipo de la doctora Ellie Sattler (Laura Dern), el doctor Alan Grant (Sam Neill) y el doctor Ian Malcom (Jeff Goldblum) de Jurassic Park, pueden detenerlos.
La cinta logra mantener nuestra atención cuando toca algunos de los problemas que supone el choque entre los dinosaurios y la gente. Temas como el maltrato animal con los criaderos, donde se despiden de personajes elenco de otras previas, o los dinosaurios en edificios altos, y la maravilla ante algunos herbívoros. También, con la faceta más paternal de Owen y Claire. Sin embargo, se toca muy de soslayo, incluso con el tema de las mafias, o con los puntos de partida para el reencuentro de Alan, Ellie e Ian. Tiene bastantes escenas de acción, pero da la sensación de que es un quiero y no puedo en tocar muchas cosas sin querer centrarse en el tema que aporta la miga profunda y novedosa de la historia como si los guionistas hubieran querido plantear un camino en la película anterior y se hubieran achantado en la película final.
Los reencuentros están bien sin sobresalir demasiado, con algún diálogo más atinado con Ian, y tenemos algunos buenos momentos de acción con dinosaurios. Destacaría el Therizinosaurus; más conocido como pollo jurásico. Cumple con las escenas de acción.
Sin embargo, pese a la introducción de temas interesantes como la guerra biológica, el uso de dinosaurios por parte de las mafias, la convivencia con los dinosaurios, la cuestión de las protectoras de animales, el gran protagonismo de Maisie en su conflicto identitario como clon o su heroísmo, alusiones a cibernéticas que son objeto de profundización en “Campamento cretácico”, o un personaje dinámico como Kayla Watts (DeWanda Wise), que replantea su código ético, no acaba de sorprender, despegar o funcionar del todo porque la sensación, a medida que avanza la historia, es que se sumerge en repetir innecesariamente estructuras que ya no resultan creíbles y tirar demasiado del auto homenaje y la auto ironía de un fanservice que enmascara el interés real del film.
En conclusión, una película que, si bien tiene temas interesantes, da la sensación de que abarca mucho, aprieta poco y desaprovecha la oportunidad de ser un gran final de ciclo.