Hola a todes, estos días, he visto varias películas:
“Guardianes de la galaxia: Especial, felices fiestas”: La nueva película navideña es un especial de Navidad donde vemos que Peter está triste, pues ha perdido a Yondu, quien se negó a celebrar la Navidad, y a su novia Gamora, aparte de haber tenido que matar a su padre, y, para animarle, deciden secuestrar a Kevin Beacon, al que consideran un héroe de La Tierra, para que Peter tenga unas estupendas navidades. La película juega con el humor retro y gamberro de “Guardianes de la galaxia”, con novedades y emotividad navideña llena de simpatía, pero se queda en un entretenimiento menor respecto a las dos películas propia de los Guardianes de la Galaxia. Sacará una sonrisa. En Disney+.
“Mundo extraño”: La nueva película de animación de Disney, presente en Disney+, tiene algunas sorpresas desde una trama que parte del sentido de la aventura, con ciencia ficción, y acaba generando una reflexión ecologista sobre sostenibilidad medioambiental con sorpresa incluida. Aborda, además, el conflicto intergeneracional y cómo entender el éxito y ganarse la vida ante los roles marcados por la sociedad o el sentido del legado. La película ha adquirido notoriedad por introducir explícitamente el interés amoroso de Ethan Clade hacia Diazo; un chico adolescente como él. Esa trama, si bien se aborda con mucha naturalidad y apoyo por parte del padre y del abuelo, quienes les dan consejos amorosos muy diversos con algún zasca del guión sobre ideas al respecto, adolece de una mayor presencia de la relación en sí ya que Diazo aparece en la trama inicial y en el final del film, pero queda al margen de toda la aventura cuando habría podido dar mucho juego en la aventura. Es especialmente amena para los interesados en la exobiología.
Vi varios cortos de “Indetectables”. “Bla Bla Land” me pareció un interesante homenaje a “La La Land” desde la recitación de canciones en un interesante juego dialéctico drag:
“Chenoa’s Faul (La culpa es de Chenoa)” me trajo recuerdos de “Todo lo otro” porque el creador de la serie es Abril Zamora y también dirige, guioniza y protagoniza este corto sobre un joven homosexual (En esta época, no se había sometido al tratamiento hormonal para el cambio de sexo de sexo masculino a femenino) que tiene sexo sin protección, se contagia del VIH y cómo aborda su relación de pareja y su vida a través de la mirada de su hermana en un vídeo dirigido a Chenoa por la letra de una de sus canciones. Desconozco si Chenoa se ha pronunciado sobre el significado real de la letra, pero el corto nos habla de la responsabilidad y del peligro de cómo se interprete el mensaje.
En “In the Wall”, se nos muestra una noche de discoteca donde la protagonista va con una amiga mientras está obsesionada con el hecho de tener el VIH y el estigma que, en la época en que se rodó el corto, suponía el VIH:
Ha sido el que menos me ha convencido porque, hasta el final, no se entiende muy bien la idea y resulta muy confuso. Hemos avanzado de modo notable desde estos cortos.
Ya en series, terminó “Stargirl”. La última temporada tuvo un comienzo más o menos interesante a través de una trama policíaca y un sentido profundo de la redención, pero la cosa fue perdiendo fuera porque tuve la sensación de que, en su recta final, el contenido adquiere un desarrollo con algunos momentos buenos, pero un giro demasiado cogido con pinzas para un final que dejaba con la sensación de que podría haber estado mejor en una serie que empezó muy bien, tuvo una segunda temporada que empezó mal para remontar al cabo de tres episodios, y ha dejado ese efecto agridulce. Hay unos minutos de final con años después para acabar de cerrar todo y dejar un poco mejor el final.
“Rick y Morty” ha tenido un desarrollo irregular esta temporada. “Solaricks”, “Gemelinstinto Béthico”, “DeSmithno final”, “La familia nocturna” y “¡SocorRick! Ya es Mortidad” me dejaron frío. “Morque JuRícksico” (Con mezcla de Parque Jurásico y “No mires arriba”), “Un Rick en la Morty del rey Morturo” (Parodia de “Juego de tronos”) y “Rick: una Mort plena” (Con una combinación de una secta en un mundo de Mortys más una parodia genial de “La jungla de cristal” como una mitología extendida por el universo) me encantaron. “La chaqueta MetáRicka” me pareció curioso por crear una trama de cuarta pared que alude a “El viaje del héroe” de Campbell.
Vi el episodio piloto de “Miércoles”. Nunca he sido un gran fan de “La familia Adams”, pero tampoco me disgusta. En esta serie secuela, de la mano de Tim Burton, uno de los directores clásicos para los frikis noventeros como yo (Disfruté mucho con “Big Fish”, “Eduardo Manos Tijeras”, “Sleepy Hollow”, “Sombras tenebrosas” y bastante con “Alicia en el país de las maravillas”), me gustó la acidez especialmente sarcástica de esta versión de Miércoles adolescente, pero la serie en sí no me llamó en su desarrollo. Vi escenas sueltas cuando la siguió viendo mi familia, pero, a pesar de algún momento buenísimo como la regata o el puntazo del traje para el baile, no me ha llamado y la dejé. La trama de misterio no acababa de engancharme y vi demasiado Mary Sue a la prota.
“The Winchesters”, serie precuela, empezó con un episodio piloto horrible por parecer una burla de la serie madre. Sin embargo, a medida que pasan los episodios, vemos una serie que, si bien no alcanza el nivel de “Sobrenatural”, tiene un tono lo bastante desenfadado y lo bastante interesante, al menos, en algunas de sus subtramas como la de los veteranos de guerra y el legado de padres e hijos, como para que se disfrute y queden ganas de una segunda temporada desde unas expectativas moderadas.
“Blood and Water” ha tenido una tercera temporada donde uno esperaría que dieran un buen final a la serie y se profundizara mucho más en la trama de Puleng y su hermana Fikile, ahora que ya se ha demostrado que Fikile es su hermana Phumelele Khumalo, secuestrada al nacer. La trama parece que estire más el chicle de una historia muy potente en términos del descubrimiento, la relación de las hermanas y otras tramas sobre el conflicto de la lucha de clases, el prestigio y demás que suele definirse como “Élite” en clave sudafricana. Sin embargo, la sensación es que va desinflándose a medida que avanzan los episodios, que separan de nuevo a las hermanas y deja algunos detalles interesantes para seguir, pero muchas dudas sobre si el conjunto sigue mereciendo la pena.
Con “All American” y “All American: Homecoming”, he sentido que, tras los dos primeros episodios de la quinta y segunda temporadas respectivamente, han perdido su gancho, aunque tampoco es la serie madre y su spin off hayan tenido ningún cambio radical. Simplemente, ya no conecto como antes y las he dejado por aburrimiento.
“La materia oscura” ha tenido su tercera temporada. La cual adapta la última novela de la trilogía de “His Dark Materials” de Philip Pullman. Es la temporada más compleja. Su nivel de producción en los espacios naturales y la acción están muy logradas. Los personajes principales tienen una gran riqueza de matices y va por todo lo alto, incluyendo momentos muy dramáticos como el viaje a La Tierra de Los Muertos, pero la trama de los ángeles no tiene tanta claridad como las temporadas previas. Hubiera venido bien dar más episodios para contar con mayor claridad ciertas cosas, aunque la noción atea y antifanatismo religioso queda especialmente profunda. A su vez, Pullman ha continuado con nuevas novelas con Lyra y es posible un spin off a pesar del final cerrado agridulce.
“¡Vaya historia!” es una serie de documental sobre historia de inventos que tiene un estilo curioso, aunque sólo he visto un episodio de esta temporada y no recuerdo si uno de la primera. “Cuéntame cómo pasó” es una serie que disfrutaba mucho de niño durante varias temporadas, pero me cansé, no recuerdo si en la sexta. Sin embargo, me ha dado por revisionar varios episodios de la primera tras ver partes de la trama especial del covid y, el otro día, me puse con el primero de la última temporada disponible en Amazon. La disfruté, pero no tanto como los antiguos o lo visto en la trama especial y no al nivel de engancharme. Puedo seguir viéndola de vez en cuando.
He visto el piloto de “The Witcher: Blood origin” y la verdad es que, quitando el momento en que sale Jaskier y se introduce la historia como bardos, me ha parecido una historia donde identifico los elementos de “The Witcher”, pero el tratamiento me resulta mucho más descafeinado. Quizá, por tener clara la información para la nueva temporada de “The Witcher”, la termine en algún momento, pero, por el momento, no la siento la prioridad. Me intriga un poco el personaje de Merwyn.
“Willow” es una serie que no tenía en mente ver y me ha gustado bastante. De niño, no me gustaba nada la peli. No recuerdo si llegué a verla entera de niño. Sin embargo, una amiga me recomendó la serie y probé a echarle un vistazo a sabiendas de que era algo distinto a la película madre. Volví a ver la película madre y, sin gustarme, me pareció llevadera. La serie me parece divertida en aventura ligera que me recuerda a la serie “Britannia” en sus momentos más desenfadados. Presenta partes dramáticas y un humor socarrón, pero no tan paródico facilón como su predecesora. Hay muchos homenajes y sospecho que comparte universo con Star Wars, aunque se supone que todavía no es canon. Incluye varias historias de amor, una de ellas, LGTB+, y se desarrolla unos veinte años después con una generación que toma el relevo para una secuela. El personaje de Willow resulta más interesante que en la película, aunque mantiene su coherencia. A su vez, la presencia de Sorsha resulta intensa, pero demasiado escasa. Me hubiera gustado que mantuviese su conexión desde una trama secundaria más allá de un par de episodios.
“Emily in Paris” prosigue con una tercera temporada que parecer ser un intermedio para la cuarta temporada, aunque sólo he visto un par de episodios hasta la fecha. “Smiley” es una comedia romántica que me ha resultado muy divertida y conmovedora. Una mezcla entre “Merlí, sapere audere” y “Pequeñas coincidencias” con el tema LGTB+ como eje y la complejidad de las relaciones personales; en especial, en el amor. “Fringe” la retomé donde me quedé de la primera temporada, aunque es verdad que lo bueno de verdad llega cuando las tramas personales y de lore se extienden mucho en la segunda temporada.
“Érase una vez” mantiene la madurez de sus tramas con personajes que luchan por superar su pasado, redimirse, apoyarse en sus aventuras y en enfrentar enemigos mientras buscan sacar partido a la complejidad adulta de sus historias en una penúltima temporada que hace que lamente haberla dejado en su momento porque es canela fina.
Y “Hora de aventuras” la empecé a ver, tras haber visto algún episodio suelto en tiempos, y resulta una serie loca bastante curiosa a pesar de que tenga unos cuantos años. “Pennyworth” ha pasado a tener un estilo mucho más comiquero, pero mantiene la acción y el sentido de antihéroe de Alfred en esta serie precuela y posible ucronía de Batman.
Ya con la música, en música árabe, escuché la conmovedora canción de “Sarei Hovin Mernem” de la siria de origen armenio Lena Chamamyan:
El pop intimista de la finlandesa Liina con “Kipuun tottuu”:
La canción de “The Way of water” de Simon Franglen:
La película de “Avatar: El sentido del agua” tuvo sus más y sus menos, pero esta canción es hermosa, y transmite esa melancolía y sentido de la maravilla que evocaba la escena.
El gothic metal alemán mezclado con balada, solemnidad, dark, emotividad simpática, en un notable contraste emocional con “Blood & Glitter” de Lord of the Lost:
El optimista pop vasco de ETS y Buhos con “Sumendiak”:
La belleza emocional del web etéreo de la australiana Lisa Gerrard y el estadounidense Marcello de Francisci con “Until We Meet Again”:
Y el enérgico pop vasco de Eider con “Elkarrekin Gaudenean”:
También, cierro el año con el nuevo disco de Versilia cada vez más cerca después de que saliera su disco Luces en 2015. Una espera de siete años con temas como
“La lluvia sobre el mar”
Y “Golpe de efecto”
para ir abriendo boca. Hay ganas, pero también paciencia.
Espero que os haya gustado. Un abrazo.