Hola a todos, estos días, no he estado muy pendiente de películas que comentar, aunque quiero sacar un hueco para ver “Psiconautas, los niños olvidados” de Pedro Rivero y Alberto Vázquez (https://www.rtve.es/play/videos/somos-cine/psiconautas/5553490/), pero he seguido viendo series y descubriendo nueva música.
En cuanto a series, “The Witcher: Blood Origin” recuerda a cambios de estilo semejantes a “Vikingos: Valhala” respecto a “Vikingos”. Es decir, la serie tiene una dinámica similar a la serie madre, se reconoce en contenido, pero transmite una sensación bastante negativa en su desarrollo como un sucedáneo descafeinado de su predecesora. Lo cual resulta más patente aún con las escenas de la serie donde Jaskier aparece para introducir la historia marco. La historia tiene acción, bastante bien coreografiada, y resulta intrigante, en un primer momento, el papel de Merwyn respecto a los conocimientos arcanos y su papel en la consonancia de las esferas con viajes a otros mundos. Sin embargo, el desarrollo resulta bastante pesado y los personajes no cautivan. El único momento realmente cautivador es, a mi juicio, cuando Meldof habla sobre el motivo de su venganza y pasa de parecer una lunática psicópata sádica a alguien que ha sufrido mucho por su pérdida. Es una pena porque el contenido que aborda esta precuela es importante a nivel de lore. Me recuerda al caso de “The Vampire Diaries” con la trama de Amara y Silas que debían ser tramas fundamentales en el desarrollo de la serie, pero, a mi juicio, es una de las peor contadas.
“Cowboy de Copenhague” es una serie danesa de corte criminal de la que vi el episodio piloto y no acabó de convencerme. Miu es una joven que vive recluida en un burdel de Copenhague donde es usada para dar suerte a los criminales a quienes es vendida. Sin embargo, va a utilizarlo como venganza. El tráiler tiene, por lo que parece, poca relación con el resultado final, pero sí destaca en el estilo particular de la dirección.
Con “Willow”, ha acabado la temporada por todo lo alto en su estilo para poner a cada personaje en su espacio y resultar muy disfrutable. Destaco la coherencia en el desarrollo de las tramas para ir más allá del homenaje. También, me sigue quedando la duda de si podemos considerar el mundo de Willow parte del canon de “Star Wars”, pero, en cualquier caso, me he quedado con ganas de más y me pregunto cómo harán la segunda.
“Agencia de asuntos mágicos” tiene una segunda temporada que nos lleva a aventuras amenas y un inicio con mayor madurez narrativa. Mantiene el encanto de su predecesora en las dinámicas de los personajes y la trama vertical, pero se nota bastante más la repetición de la fórmula y estructuras previas. Aun así, me ha gustado mucho y da un final cerrado a la serie que se agradece por su coherencia narrativa y completa su arco.
Con “Fringe”, disfruto con la trama vertical, pero se me ha hecho más pesada la dinámica del caso de la semana respecto a cuando la vi en su momento. Así que, tras esta primera temporada, me he tomado un descanso.
“Días mejores” me ha sorprendido gratamente a través de una serie terapéutica que introduce con fluidez el humor en dinámicas de terapia de grupo ante el drama de la pérdida mientras los distintos personajes interaccionan y te llegan en sus historias con sus grises por las cuestiones familiares, laborales, de amistad y de pareja que abordan. Termina temporada con el anuncio de la pandemia y la segunda temporada iniciará meses después del final de la pandemia. De modo que el covid tendrá un papel emocional clave.
“Romulus” ha acabado por cansarme. Esta ficción histórica mitológica sobre las leyendas de Rómulo y Remo me ha dejado con la sensación de que, salvo escenas puntuales, se ha ido desinflando a medida que avanzaba. El efecto cautivador del latín arcaico, con el contraste de la violencia y su religiosidad, ha dado paso a la rutina y la falta de carisma del antagonista principal, que se tiene muy plano, tampoco ayuda. Así que la he dejado.
“Extraordinary” es una serie con un planteamiento curioso y un buen piloto donde vemos que todo el mundo tiene algún superpoder salvo una minoría que, sin saberse la razón, no logra tenerlo a los dieciocho años, aunque, con ayuda, algunos lo consiguen más tarde. La idea del lugar de la protagonista, que tiene 25 años y todavía no ha manifestado poderes, en un mundo donde todos parecen tener claro su lugar y, a su vez, ven en los poderes una forma de encasillamiento, resulta una metáfora muy potente, con reflexiones interesantes desde la comedia, pero llega el segundo episodio y todo se desinfla.
“Emily in Paris”: La temporada avanza de forma agradable, pero da la sensación de que buscan precipitar todo al final para, a su vez, en lugar de cerrar la historia con un final razonable, cambiar de nuevo la dirección para estirar el chicle. No sé qué pensar.
“Pennyworth”: La serie nos presenta una última temporada más en la línea del movimiento hippy y clara ciencia ficción con mutantes y Guerra Fría. Termina la serie de una manera medio abierta, pero aborda las suficientes tramas como para que resulte un cierre satisfactorio y podemos imaginar su conexión directa con los eventos posteriores en el universo de Batman, aunque haya diferencias notables para lo que creíamos saber del canon. Con lo que sigo sin tener claro si se trataba de una ucronía.
“The Winchesters” resultó estar en midseason en lugar de en un final de temporada. La sensación con este regreso es de una trama vertical que avanza poco a poco y un par de episodios con notable carga personal mientras el monstruo de la semana acaba sobrando un poco. Faltan tres episodios para terminar la temporada.
“Willow: Behind the Magic” es un documental de making-off sobre la serie. Está curioso, pero no tengo muy claro si la información que da es plenamente verídica o una ficción dentro de la ficción porque ciertas cosas del making-off no dan muy buena imagen a cierto actor relevante. Es entretenido para pasar el rato.
“Érase una vez” avanza en su última temporada con más miga de la que parecía en un primer momento. Le costaba arrancar en los primeros episodios, que sonaban a una mera repetición de las dinámicas previas con un Henry más adulto, pero, en los episodios cinco a siete, va avanzando a una fuerza narrativa personal y de giros muy potente comparable a la penúltima temporada. También, es especialmente conmovedora la despedida de Bella. Claro que todo va conectándose y los personajes clásicos logran combinarse con los nuevos de modo que dejan de resultar los nuevos un elemento de discordia.
“The Last of Us” avanza con episodios donde vemos cuán terrible puede ser la vida en ese mundo apocalíptico tan deshumanizado y lleno de grises. El episodio 3 me pareció perfecto en relación con sus pretensiones narrativas y muy conmovedor para un tema tan delicado. En cambio, los demás, tienen detalles buenos como el drama de un padre tomando decisiones cuestionables por su hijo, pero, el conjunto, me parece normalito.
“Cuéntame cómo pasó” tiene una temporada 22 con bastante solidez en las tramas, aunque tiene alguna trama de globo sonda que no entiendo muy bien a qué ha venido. Los personajes son fieles a sí mismo, pero, al mismo tiempo, vemos una evolución coherente para los distintos personajes y conexiones entre sus tramas con la macrohistoria, la vida que, por lo que tengo entendido (No tengo recuerdos claros de 1993-1994 ya que, en noviembre del 93, cumplí los cinco años de edad), debía de ser cómo lo narra la serie. Es interesante ver los paralelismos entre el 93-94 que nos muestra la serie y ciertos aspectos del presente desde una lectura política como con el tema del miedo al sida frente al covid o los movimientos racistas. Los abusos a los precios de los agricultores o el tema de la memoria de la Guerra Civil. En general, pese a que les pasa de todo, resulta un camino fluido para la normalidad de los personajes y, habiéndome perdido muchas temporadas (Creo que llegué de adolescente hasta la sexta. Revisioné, hace tiempo, parte de la primera, tras reengancharme cuando vi parte de la temporada de 2021 con el tema de la pandemia combinada con el pasado), sigo notando el hecho genuino de que, cuando hablan de eventos de una década antes o más, realmente, eso se rodó y tanto los actores como los personajes lo vivieron. Lo que le da gran fuerza y autenticidad.
He visto varios episodios de “Andor” y, si bien no me parece una serie sublime, es bastante entretenida si no te la tomas muy en serio. Está más en la línea de “Obi-Wan Kenobi” en estilo que otras, con lo bueno y lo malo que supone, a la vez que es una precuela más llevadera que, a mi juicio, la insufrible “Roge one”.
“Remesa mala” ha tenido algunos episodios bastante del montón mientras el tema de la rebelión clon va ganando terreno, pero el del jedi wookiee, con la resistencia wookiee, me ha gustado mucho mientras que el de la mina no han estado mal.
“Hora de aventuras” es una serie que sigo revisionando en su primera temporada y cuesta un poco seguirles la continuidad mientras juegan con temas como el legado, la moral, el amor, el hogar, el sacrificio y no hay una trama vertical clara, sino aventuras-juegos.
“The Flash” ha empezado su última temporada con dos episodios donde las preocupaciones familiares están muy vigentes y la trama vertical se va perfilando de forma muy poco clara. El día de la marmota no dio tanto juego como en otras series y el otro episodio estuvo bien por los dilemas que plantea a la vez que su dramatismo quedó un poco edulcorado para la problemática que genera.
He empezado la temporada 36 de “Los Simpson” para ver cómo ha envejecido. No recuerdo en qué temporada dejé de seguirla, pero es probable que no haya visto dos episodios seguidos en las temporadas de la última década. “Habeas tortuga” tuvo algún chiste sobre los conspiranoicos que estuvo bien. “Una lisa sin piedra” lo encontré descafeinado. “Lisa la exploradora”, con ese homenaje a “Mr. Robot”, me pareció muy bueno y algunas tramas estrambóticas como la de Martin adulto me parecieron brillantes. “El rey de la simpatía” me pareció entretenido. “No es Eso” me pareció malo, aunque la escena de las ansiedades me pareció una sátira muy acertada. La noto descafeinada.
“Carnival Row” ha empezado su segunda-última temporada con fuerza. El racismo segregacionista mantiene su protagonismo junto a las contradicciones de los personajes y los viajes a tierras lejanas permiten ver los claroscuros de El Pacto que emula una Rusia recién derrocada la Rusia zarista. La estética mantiene esa atmósfera steampunk con elementos mágicos tan característica de la primera temporada en algo continuista.
En cuanto a música, la gran novedad es el nuevo videoclip de Versilia con Alex Mantua; “Donde el corazón me lleve”:
Una canción llena de intensidad emocional y me suena una sonoridad muy en la línea de “Lágrimas de cristal” junto con “Nunca más volveremos a París” y “Divergentes” en lo que me parece que puede tener en común. Ganas de que salga el disco.
Volví a escuchar a la orquesta femenina de música tradicional-clásica afgana Zohra:
La calma instrumental de música clásica árabe de “Through Love” de مولانا RUMI:
El pop optimista catalán de Mabel Flores con “Estimo la nit”:
y con “Algo torpe”:
La balada tierna finesa de Aksel Kankaanranta con “Ilman sua”:
El rock industrial con un tono arisco con ecos de terror y misterio cautivador de los estadounidenses Nine Inch Nails con “Pilgrimage”:
El ameno metal gótico de Laguna Coil con “Dried up heart”:
y
el disco “Live from the Apocalypse” con metal y baladas:
El pop dulce de la checa Marketa Irglova con “Happy”:
El flamenco, la música clásica y el metal sinfónico de los españoles AMADEÜS con SAUROM y Misty M. en "BLACK JACK II [Canto XIII: NUNCA MÁS":
La belleza entrañable y dinámica de la electrónica de KEiiNo en “Alt du kan se”:
El relajante black metal/Tolkien folk de los austríacos Summoning en su álbum “Minas Morgul”:
El hermoso y relajante, aunque, a veces, puede dar un poco de dolor de cabeza, black metal ambiental cósmico y lírico ambiental australiano de Midnight Odyssey en su álbum “Funerals from the Astral Sphere”:
El black metal atmosférico y dark ambient de los estadounidenses Wolves in the Throne Room con “Mountain Magick”:
La emotiva balada pop en finés de Nohanna en “Rakas sua ei oo”:
La música medieval de Guillaume de Machaut en “Douce dame Jolie” por La Morra:
El conmovedor folk, creo, griego, de Apano Stin Triantantafulia (Απάνω στην τριανταφυλλιά) en cover de Kostas Mavraganis:
La música clásica del austríaco Franz Joseph Haydn con “Surprise” de su sinfonía 94:
Creé una sección de música clásica y clásica moderna en mi Guardados de Facebook y añadí muchas canciones que ya estaban en otras secciones aparte de “Gnossiennes 1-5” del francés Erik Satie:
Y el doom gothic metal de los suecos Draconian en “With Love and Defiance”:
Espero que os haya gustado.